PRIMATES
* Mono araña
En
el zoológico o en el circo uno de los animales que más atrae la atención de los
espectadores es el mono. Pariente cercano del hombre, según algunas hipótesis
científicas, casi siempre se convierte en la estrella principal de las jaulas y
las pistas circenses por sus gracias y travesuras, que deleitan a chicos y
grandes por igual. Además de su inteligencia, los monos constituyen una especie
muy sociable, que en América se subdivide en 64 variedades y habita
generalmente en selvas tropicales.
En
Yucatán, una de las variedades más conocidas es el mono araña, animal que
también parece condenado a desaparecer, como otros tantos de la fauna
tradicional del Estado, debido a causas que son del conocimiento general: la
desaforestación indiscriminada y el paradójico acoso de quien por otro lado lo
admira: el ser humano.
En
el mundo existen numerosas variedades de primates. Los monos americanos provienen
del tronco común de los platirrinos, que a su vez se dividen en dos familias:
los calitricidos y los cébidos.
En
la primera se encuentran los que se mueven como ardillas, es decir, corretean y
trepan por el ramaje de los árboles, auxiliándose de sus uñas vomo garras; los
cébidos, por su parte, tienden a saltar o balancearse de un árbol a otro y
constituyen una familia de monos mayores que pueden subdividirse en dos
categorías: los que tiene cola prensil y los que no la tienen.
De
todos los cébidos que tienen rabo prensil,el más ágil es el mono araña, que usa
su cola como un brazo más y que casi todo el tiempo la tiene en movimiento,
enroscando y desenroscando su sensible punta, siempre lista para tocar o coger
algún objeto o trepar a una rama; en el anverso de su punta, tiene la piel dura
y desprovista de pelos, como la palma de la mano. En cambio, estas ártes de su
cuerpo, que carecen de pulgares, son torpes y los cuatro dedos no se expanden
completamente sino que están curvados como ganchos, obligados por tendones muy
cortos.
El
moño araña perteneciente al género "Ateles geoffroyi" y conocido
también como chango, es de constitución delgada, tiene extremidades largas y
colgantes, su cabeza es relativamente pequeña y los machos no tienen barba.
Miden de 35 a 45 centímetros y su cola alcanza hasta los 85 metros. En México
habita los bosques tropicales desde el sur de Tamaulipas y toda la costa del
Golfo hasta el sureste de México. En el Pacífico sólo ha sido reportada una
colonia aislada, en la costa de Jalisco.
El
mono araña es uno de los m ayores representantes de la fauna de los bosques
tropicales húmedos del este de México. Su existencia en la costa occidental era
desconocida hasta 1955, cuando el investigador Bernardo Villa R. vio un grupo
de 8 a 10 de este género cerca de la Bahía de Navidad, en el suroeste de
Jalisco.
Este
primate ha logrado sobrevivir a las operaciones de explotación maderera y a los
desmontes propios de su hábitat, a diferencia del saraguato, por lo que aún se
le encuentra en ciertas partes de Veracruz, Oaxaca y Yucatán, zonas habitadas
desde hace siglos por poblaciones agrícolas.
El
mono araña vive en la punta de los árboles y cuando baja al suelo, generalmente
para comer o beber agua, camina desgarbado. Si algo lo asusta, rápidamente se
aleja columpiándose entre los árboles donde se esconde entre las hojas.
Una
bandada normal se compone de 10 a 50 individuos y éstas se agrupan en unidades
familiares. Cada bandada tiene un territorio o área de habitación definifa,
pero hasta ahora los investigadores no han logrado comprobar si realmente los
monos defienden su territorio. Lo que se sabe es que los "parientes"
viven en armonía.
Al
parecer, en los grupos de monos araña, lo mismo que en los de saraguatos, no
hay una jerarquía social bien definidad; sin embargo, los machos adultos
tienden a ser los directores en la mayoría de las actividades. Cuando un grupo
de monos se hace demasiado grande, varios se separan y forman nueva bandada que
busca su propia área para establecerse.
Las
hembras sólo tienen una cría por cada período de gestación que dura 139 días.
Por lo general, durante su infancia los pequeños monos se cuelgan de su madre.
Comen
frutas, raíces, granos, hojas tiernas, insectos, huevos, y hasta pequeños
vertebrados. Una bandada puede tener el hábito de visitar con cierta regularida
las huertas o milpas, lo que ocasiona daños a las cosechas, razón por la cual a
muchos de esos animales se les persigue para dar muerte.
Asimismo,
la carne del mono araña es muy apetecible para la mayoría de los nativos del
sur de México, quienes lo cazan durante todo el año a pesar de que existe una
veda de 1 de marzo al 31 de octubre. Debido a la persecución, los monos huyen y
se esconden ante el emnor indicio de peligro, por lo que cazarlos no es tan
fácil. Sin embargo, no es tanto la cacería como la desaparición del bosque lo
que propicia una reducción permanente en el área de distribución y número de
monos.
La
mayoría de las veces los cazadores disparan a la madre para poder apropiarse de
la cría, que tiene más valor comercial; sin embargo, es difícil que los muy
pequeños logren sobrevivir sin su progenitora, pues mueren de tristeza y por
falta de alimento.
En
la Península de Yucatán, los monos han coexistido durante mucho tiempo con la
población humana, sobre todo en el último milenio. En la época precolombina y
otras etapas históricas más recientes, parte de la actividad humana ha estado
vinculada con la especie animal, pues dos de las tres especies utilizadas por
los monos como fuente principal de alimento -el ramón y el zapote-han sido de
considerable importancia económica para los habitantes de esta región.
* Saraguato
En
el zoológico o en el circo uno de los animales que más atrae la atención de los
espectadores es el mono. Pariente cercano del hombre, según algunas hipótesis
científicas, casi siempre se convierte en la estrella principal de las jaulas y
las pistas circenses por sus gracias y travesuras, que deleitan a chicos y
grandes por igual. Además de su inteligencia, los monos constituyen una especie
muy sociable, que en América se subdivide en 64 variedades y habita
generalmente en selvas tropicales.
En
Yucatán, una de las variedades más conocidas es el mono araña, animal que
también parece condenado a desaparecer, como otros tantos de la fauna
tradicional del Estado, debido a causas que son del conocimiento general: la
desaforestación indiscriminada y el paradójico acoso de quien por otro lado lo
admira: el ser humano.
En
el mundo existen numerosas variedades de primates. Los monos americanos
provienen del tronco común de los platirrinos, que a su vez se dividen en dos
familias: los calitricidos y los cébidos.
En
la primera se encuentran los que se mueven como ardillas, es decir, corretean y
trepan por el ramaje de los árboles, auxiliándose de sus uñas vomo garras; los
cébidos, por su parte, tienden a saltar o balancearse de un árbol a otro y
constituyen una familia de monos mayores que pueden subdividirse en dos
categorías: los que tiene cola prensil y los que no la tienen.
De
todos los cébidos que tienen rabo prensil,el más ágil es el mono araña, que usa
su cola como un brazo más y que casi todo el tiempo la tiene en movimiento,
enroscando y desenroscando su sensible punta, siempre lista para tocar o coger
algún objeto o trepar a una rama; en el anverso de su punta, tiene la piel dura
y desprovista de pelos, como la palma de la mano. En cambio, estas ártes de su
cuerpo, que carecen de pulgares, son torpes y los cuatro dedos no se expanden
completamente sino que están curvados como ganchos, obligados por tendones muy
cortos.
El
moño araña perteneciente al género "Ateles geoffroyi" y conocido
también como chango, es de constitución delgada, tiene extremidades largas y
colgantes, su cabeza es relativamente pequeña y los machos no tienen barba.
Miden de 35 a 45 centímetros y su cola alcanza hasta los 85 metros. En México
habita los bosques tropicales desde el sur de Tamaulipas y toda la costa del
Golfo hasta el sureste de México. En el Pacífico sólo ha sido reportada una
colonia aislada, en la costa de Jalisco.
El
mono araña es uno de los m ayores representantes de la fauna de los bosques
tropicales húmedos del este de México. Su existencia en la costa occidental era
desconocida hasta 1955, cuando el investigador Bernardo Villa R. vio un grupo
de 8 a 10 de este género cerca de la Bahía de Navidad, en el suroeste de
Jalisco.
Este
primate ha logrado sobrevivir a las operaciones de explotación maderera y a los
desmontes propios de su hábitat, a diferencia del saraguato, por lo que aún se
le encuentra en ciertas partes de Veracruz, Oaxaca y Yucatán, zonas habitadas
desde hace siglos por poblaciones agrícolas.
El
mono araña vive en la punta de los árboles y cuando baja al suelo, generalmente
para comer o beber agua, camina desgarbado. Si algo lo asusta, rápidamente se
aleja columpiándose entre los árboles donde se esconde entre las hojas.
Una
bandada normal se compone de 10 a 50 individuos y éstas se agrupan en unidades
familiares. Cada bandada tiene un territorio o área de habitación definifa,
pero hasta ahora los investigadores no han logrado comprobar si realmente los
monos defienden su territorio. Lo que se sabe es que los "parientes"
viven en armonía.
Al
parecer, en los grupos de monos araña, lo mismo que en los de saraguatos, no
hay una jerarquía social bien definidad; sin embargo, los machos adultos
tienden a ser los directores en la mayoría de las actividades. Cuando un grupo
de monos se hace demasiado grande, varios se separan y forman nueva bandada que
busca su propia área para establecerse.
Las
hembras sólo tienen una cría por cada período de gestación que dura 139 días.
Por lo general, durante su infancia los pequeños monos se cuelgan de su madre.
Comen
frutas, raíces, granos, hojas tiernas, insectos, huevos, y hasta pequeños
vertebrados. Una bandada puede tener el hábito de visitar con cierta regularida
las huertas o milpas, lo que ocasiona daños a las cosechas, razón por la cual a
muchos de esos animales se les persigue para dar muerte.
Asimismo,
la carne del mono araña es muy apetecible para la mayoría de los nativos del
sur de México, quienes lo cazan durante todo el año a pesar de que existe una
veda de 1 de marzo al 31 de octubre. Debido a la persecución, los monos huyen y
se esconden ante el emnor indicio de peligro, por lo que cazarlos no es tan
fácil. Sin embargo, no es tanto la cacería como la desaparición del bosque lo
que propicia una reducción permanente en el área de distribución y número de
monos.
La
mayoría de las veces los cazadores disparan a la madre para poder apropiarse de
la cría, que tiene más valor comercial; sin embargo, es difícil que los muy
pequeños logren sobrevivir sin su progenitora, pues mueren de tristeza y por
falta de alimento.
En
la Península de Yucatán, los monos han coexistido durante mucho tiempo con la
población humana, sobre todo en el último milenio. En la época precolombina y
otras etapas históricas más recientes, parte de la actividad humana ha estado
vinculada con la especie animal, pues dos de las tres especies utilizadas por
los monos como fuente principal de alimento -el ramón y el zapote-han sido de considerable
importancia económica para los habitantes de esta región.